El consumo de bebidas energéticas ha experimentado una notable expansión en los últimos años. Tal crecimiento se debe, precisamente a la necesidad que tenemos algunas personas de recuperar la energía perdida, esa ilusión de que nuestro cuerpo rinda más allá de nuestras capacidades reales. Los principales consumidores de bebidas energizantes son:
- Estudiantes en épocas de examen.
- Profesionistas con alto grado de estrés.
- Deportistas.
- Jóvenes que quieren alargar la fiesta.
El mezclar bebidas energéticas con el alcohol representa un riesgo para la salud: “Los efectos depresores del alcohol son “enmascarados” por las bebidas energéticas, pero el nivel de alcohol en el cuerpo y sus efectos nocivos no se reducen de ninguna manera. Por ejemplo, la falta de reflejos causada por ingesta alcohólica permanece aunque el consumidor tenga una percepción distinta… (Esta mezcla) puede llevar fácilmente a una intoxicación por una ingesta excesiva y a una situación de riesgo.”
De acuerdo con a una encuesta que elaboro la Profeco:
- 73% de los encuestados consume alguna de las llamadas bebidas energéticas.
- 47% las consume al menso una vez pro semana.
- 50% las mezcla con alcohol.
- 44% las mezcla con Vodka ye el 40% con Whisky.
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