- El triple "A", la fábrica de perfiles de pseudo-izquierda, y una cúpula morenista bastante y extrañamente permisiva ante la burguesía.
- A conveniencia y para no frustrar la eventual llegada de su mafia al poder público de Aguascalientes, sacrificó su militancia en Morena, partido con el que nunca conectará ideológicamente.
Hoy, la "militancia" se importa o, al menos, eso hace el influyente cabeza de la mafia, según parece. No necesita de su habilidad para la verborrea (es bastante hábil), sino de una habilidad innata para el influyentismo. Así ha operado siempre desde su arribo a Aguascalientes con el padrinazgo, respaldo, apoyo y quién sabe qué más, durante el gobierno corruptísimo y de terror que encabezó el priista Carlos Lozano de la Torre (2010-2016), de quien rumoran que fue, es y será, supuesto "prestanombres" (no lo dudo, no me consta, pero así me lo repiten sus excolaboradoras/es). Lo que sí me consta es que en la Navidad de 2018, en una cena "navideña" organizada por ex priistas para hacer sus pininos reuniéndose con algunos medios de comunicación local, a la que fui invitado, dijo muy seguro "entre cuates", el también supuesto socio de uno de los hijos del expresidente Carlos Salinas de Gortari: "Yo voy a gobernar Aguascalientes", seguido de risas. Afortunadamente, no fui el único en escucharlo.
Ahora hablemos del "trending topic" actual, el caso del "güerito de la BI", como le llamábamos en el cotilleo para advertir entre reporteras/os no 'hablár mal' de MOS (acrónimo con el que nos referíamos a Martín Orozco Sandoval) en su presencia, por tratarse del sobrino de la señora Yolanda Ramírez Gutiérrez, entonces presidenta del DIF Estatal del gobierno que encabezó su esposo); como ya lo señalé, Salvador Guadalupe Ramírez López, trabajó por un periodo corto en "Radio BI", las malas lenguas dicen que producto del 'pago de favores' con directivos de la empresa, de lo cual puedo decir que eso sería como demeritar su reconocida trayectoria como orador, aunque por tratarse del actuar de su pariente político, pues de ese pariente no lo dudaría ni poquito. Ojo, les tachamos de astutos corruptores, no de tontos.
Pues un día, ya no se le vio en los medios locales, y poco tiempo después en un chat al que conozco como "Conservatorio Morenista", el oligarca Ávila Anaya, presentó a su nueva adquisición como un "perfil de izquierda", al joven trending topic (de la imprudencia), a "Chava" Ramírez. a quien las benditas redes sociales y algunas hemerotecas digitales, lo delatan de ideología de derecha, una realidad menos conocida pero terminan demostrando el cobre. Lo recuerdo de trato arrogantemente condescendiente, en donde en dos ocasiones el joven Salvador interactuó con un servidor en ese foro "Avilista", el primero después de las elecciones del 2024, para reconocerme como reportero progresista, al tiempo de unirse en conjunto con la también ex reportera, ex regidora y hoy diputada local, y como consta, odiadora de AMLO, Alejandra Peña Curiel, en defensa del indefendible Francisco Arturo Federico (aunque mintió al decir desconocer el tema en entrevista con el periodista Ángel Dávalos); y la segunda, cuando se realizó el debate sobre los temas anti taurinos en el mismo "Conservatorio Morenista Ags", en donde le cuestioné su paso por la Academia Taurina Municipal, a lo que, con esa forma particular de expresarse me contestó que "ya no apoya a la" fiesta brava" (a la moda lo que te acomoda), sin que me respondiera el periodo en el que lo hizo, ya que un servidor quería despejar la duda periodística sobre si esto ocurrió cuando su pariente político fue presidente municipal de Aguascalientes o el actual senador Juan Antonio Martín del Campo, quien en ese tiempo, todavía era parte del PAN, del equipo político de MOS. Una duda válida cuando el tema es el influyentismo, ante alguien que es recordado en sus tiempos de estudiante como panista, por las constantes campañas que protagonizó su tío hace dos décadas.
Ahora vayamos por las bases morenistas, una y otra vez pisoteadas por el oportunismo y la ambición de la simulación. Mientras los genuinos integrantes del movimiento que pasaron años en marchas, plantones, "toca-tocas" y repartiendo el periódico "Regeneración" (la familia Flores Magón debería de reconsiderar su aval), a los cargos, candidaturas y posiciones ganadas a base de sudor y sangre, en contraparte, como bien sabemos, llegó el oportunismo con el aval de desleales del movimiento, desleales que, al convertirse MORENA en partido, repitieron las viejas mañas conocidas en todo México, empezando por la corrupción, el nepotismo, el chantaje, el contubernio, pestes por las cuales muchos no queríamos que Morena se convirtiera en partido, pero era la única vía de acceder al poder. Pues este joven de izquierda, igual que muchas y muchos de esa mafia, ya han logrado más cargos y posiciones que cualquier referente de genuina lucha social; es más, les cerraron las puertas. Llegan quienes solo luchan o se manifiestan cuando no les dan la añorada plurinominal o un cargo que sirva para apuntalar las ambiciones del Corrupto Seguro...
Esta narrativa, armada con Photoshop y un toque de cinismo, es una muestra de lo que se ha convertido en una constante: el ascenso de "pseudo-progresistas" que no tienen más mérito que el de haber sido parte de un círculo de poder o el de ser pariente de un político encumbrado. O, peor aún, el de ser un genuino odiador de AMLO, que en este nuevo ajedrez político parece ser un activo muy valorado.
La maquinaria, que según reportes ha sabido hacer "amarres" con exgobernadores del PRI y del PAN, demuestra una agilidad sorprendente para adaptarse a cualquier ideología. La misma agilidad que, según se denuncia, hace que el Mecanismo de Protección para Periodistas no funcione, un tema que le notifiqué directamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en su visita a la tierra de la gente buena.
En este nuevo circo político, la lealtad ya no es a la causa, sino al influyente. Y en MORENA, como en el resto de los partidos satélites, se pintan solos para hacer "actos de magia" que dejan a más de uno con la boca abierta. Al final del día, los "infiltrados" no son más que un reflejo del poder que los impulsa, y su ideología, una simple prenda que se quitan y se ponen según la ocasión: oportunismo puro con cargo a la confianza popular en el movimiento democrático que encabezó Andrés Manuel López Obrador y que continúa con sello propio con Claudia Sheinbaum Pardo, y a quienes, a ambos, logró engañar y obtener delegaciones "que ni Obama tendría".
Pero toda magia tiene un límite, y en este caso, fue la imprudencia. El "influyentismo" logró su propósito, pero fue la "boca floja" la que lo detuvo en seco. Todo se vino abajo a raíz del comentario desafortunado e imprudente de "Chava" Ramírez, en Milenio (espacio "ganado a pulso" a nivel Nacional, no vaya usted a ser mal pensado y crea que recurrió al influyentismo del burgués que despierta el aspiracionismo entre la clase trabajadora), el pasado 12 de septiembre de 2025. La renuncia, rápida y pública, fue una maniobra para no embarrar el proyecto de quienes lo llevaron hasta ahí. Fue el peón sacrificado en el tablero para proteger a las piezas más valiosas, aquellas que buscan continuar sus ambiciones en Aguascalientes, en lo publico y desde las sombras, como operan los Salinistas, Monreal y Lozano.
La lección, para todos los "amigos de la política" y de quienes con esa mafia hacen politiquería, es clara: puedes llegar muy alto por el apellido o por tu amistad e influyentismo, pero la caída siempre será por tu propia boca, pero principalmente por la ideología... como decía Juan Álvarez, "esta ancheta está muy angosta, no hay ni para dónde hacerse, aquí ya no hay para términos medios".
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