Colaboración | Política y Responsabilidad social en las Instituciones de México

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Las instituciones en nuestro país son la base para garantizar una adecuada gobernabilidad y con esto, un desarrollo social en un sistema democrático. El marco de la legalidad debe generar un clima de respeto entre los diferentes entes que conforman nuestra sociedad desde los grupos de poder hasta los más vulnerables, la tolerancia entre facciones políticas distintas y desde luego el debate ideológico. La democracia se enriquece con la pluralidad de ideas y desde luego, con la participación ciudadana. Sin embargo, en este punto seria tema de discusión si la sociedad participa o no y si las instituciones impulsan una representatividad de los intereses sociales. Es responsabilidad de estas generar alternativas reales de solución a los principales problemas sociales como desempleo, salud, inseguridad, alimentación, etc. El reclamo de los mexicanos hoy e día esta en asociar no solamente la política sino a las demás instituciones con la corrupción.

Es derecho ciudadano participar en la política y también gozar de las condiciones para su desarrollo social. La constitución actual se caracteriza por defender en su marco legal un estado de bienestar pero, con las reformas actuales ¿realmente se garantiza un desarrollo sustentable? La política internacional y económica ha alineado a los demás países a un entorno de globalización donde dominan los grandes mercados y donde los ciudadanos nos hemos convertido en sus consumidores. La perspectiva humana creo se ha dejado de lado y las empresas han encontrado en los diferentes gobiernos un aliado estratégico. La pluralidad hoy en nuestro sistema político en México se ha entendido como la negociación estratégica entre las diferentes facciones partidistas en el parlamento pero ¿realmente existe la presencia ciudadana en el sistema político de nuestro país?. Para que este escenario pueda darse es fundamental el trabajo institucional de los partidos políticos incluyendo dentro de sus cuadros a la ciudadanía e impulsando posteriormente la participación política de la sociedad en las elecciones. Contando con perfiles que representen a la sociedad en la política la gente votara en mayor medida reduciendo el abstencionismo electoral y recuperando la credibilidad del gobierno y la confianza en los partidos. Las instituciones de gobierno se caracterizan por un exceso de burocratismo, donde faltan perfiles profesionales y sobre todo, vocación de servicio por la sociedad. En efecto esto se ha dado porque los gobiernos muchas veces se han armado por las negociaciones entre los grupos durante las elecciones y ahora tenemos otra opción, las alianzas.

La manifestación de las ideas así como la libertad de asociación son derechos fundamentales de la sociedad en cualquier sistema democrático. Para contar con una sociedad madura políticamente hablando necesitamos que nuestras instituciones fomenten los valores de la democracia pero esto no puede lograrse si primero no educamos sobre la importancia de la responsabilidad social en cada persona. Nuestra sociedad se caracteriza por un profundo individualismo desde el sistema escolar, es por eso que contamos con una sociedad sin conocimiento de la importancia de la conciencia ciudadana. Un reclamo importante que debería hacerse es no solo a los gobiernos, partidos ni líderes políticos sino enfatizar las soluciones que muchas de estas se generarían a través de la responsabilidad social de las instituciones ¿Qué están haciendo las empresas por impulsar el desarrollo de la democracia en México? ¿Las universidades? ah ¿y los organismos de la sociedad civil? ¿Realmente representan a un sector social o más bien buscan las negociaciones políticas con determinados grupos? Por ejemplo hablando de partidos, podrían pedirles que fueran congruentes con sus principios en su ejercicio político.

El actuar responsablemente desde una primera etapa es lo que haría la diferencia en la tolerancia. Tomarnos en serio de forma responsable, sería el paso uno. Lo siguiente es apegarnos a derecho y fortalecer las instituciones para que los desacuerdos busquen formas civilizadas de procedencia, evitando así que nuestra gente resulte afectada de forma económica, política o socialmente.

La defensa de las garantías individuales y los derechos sociales establecidos en el marco legal de la constitución deben ser el eje del desarrollo en la vida institucional y social de este país y es por esto donde la participación política cobra mayor valor.

Un país tan contrastante como México, donde existen condiciones de atraso estructural y niveles de extrema pobreza; con zonas de alto desarrollo y altos niveles de consumo es un caldo de cultivo para conflictos mayores, el resultado electoral y la manera como se legitime el mismo, serán factores preponderantes para evitar fricciones sociales, es decir la izquierda mexicana y los miles de mexicanos que se manifestaron electoralmente por esta opción , deberán contar por parte del PRI, con soluciones reales, integrales, de largo alcance; acciones políticas diferentes, donde el país no continúe siendo rehén de unos cuantos. En definitiva la alternativa para el país no es la vía violenta, sin embargo ¿cuáles son las alternativas reales que se le brindan a la clase popular, a la cada vez más reducida clase media? ¿Hasta qué punto este PRI es un nuevo PRI y no una versión recargada de las viejas prácticas de más de 70 años de gobierno?

De acuerdo con Transparencia Mexicana, en el país se cometen anualmente más de 200 millones de actos de corrupción, con un costo aproximado de 400 mil millones de pesos desde hace más de 30 años de la profunda corrupción que existe en todo el país, y de la necesidad de transformar las estructuras que permiten su reproducción (Excélsior 01/04/2014 05:48 Mario Luis Fuentes/ CEIDAS)

Desde entonces a la fecha, la información disponible permite suponer que no sólo no han mejorado las cosas, sino que incluso hay áreas en las que se ha empeorado; y que no importa qué pase con el dinero y los recursos públicos, la impunidad sigue siendo la constante en prácticamente todos los escándalos de corrupción y malos manejos de la administración pública que se conocen de manera cotidiana. Si hay un elemento que corroe y daña los cimientos democráticos, éste es el relativo a la pérdida de confianza de las y los ciudadanos en sus autoridades. De acuerdo con el informe Latino barómetro más reciente, México es uno de los países latinoamericanos con mayor desencanto ciudadano respecto de la democracia y sus resultados como forma de gobierno.

Lo anterior está vinculado con la enorme falta de eficiencia y calidad de servicio de las instituciones, pues, de acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2013 elaborada por el INEGI, prácticamente la mitad de la ciudadanía enfrentó obstáculos al momento de llevar a cabo algún trámite sin recurrir a intermediarios. Asimismo, el estudio panel de la Encuesta Nacional de Cultura y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) 2012, muestra que para la mayoría de las personas, el combate a la corrupción es un asunto muy urgente; en efecto, 67.7% de las y los entrevistados contestaron que la corrupción gubernamental debe ser una de las prioridades públicas; un 30% adicional considera que es urgente; mientras que únicamente el 1.52% considera que se trata de un tema poco urgente.

Rompamos el círculo de afectaciones a través de exigir enérgicamente a las autoridades que actúen con apego a la ley, hagamos valer nuestras posturas y necesidades a través de las instituciones y contemplemos en nuestro actuar diario el derecho de los demás, pues el respeto al derecho ajeno es la paz que ya hemos olvidado como sociedad.

Ing. José Carlos Ortega Sandoval | Colaboración

Coordinador Estatal de Evolución Mexicana en el Edo. de Aguascalientes