- Rocío Ramírez es paramédico y, al mismo tiempo, mamá, al igual que 1,850 mujeres del Ayuntamiento de Aguascalientes
- 43.4% de las mujeres trabajadoras en el país son madres
A bordo de una ambulancia, Rocío Ramírez de Lira,
paramédico de profesión, ha servido a la gente de Aguascalientes por
más de 7 años, realizando labores de primeros auxilios y brindando
atenciones médicas para salvar vidas.
A sus 30 años, Rocío
es jefa de guardia del turno matutino del departamento de paramédicos
en el Ayuntamiento de Aguascalientes. Día con día, durante 8 horas
emprende su labor con gran vocación, junto a 8 compañeros profesionales
de la atención prehospitalaria.
De manera simultánea, realiza la noble labor de ser mamá. Rocío
dio a luz a la pequeña María Fernanda un 27 de septiembre, fecha en la
que, de acuerdo a su testimonio, conoció su otra vocación y la máxima
expresión del amor. Ahora “Marifer” tiene un año de edad, y es su motor y
fortaleza para ser mejor todos los días.
“El
ser paramédico me ha dejado mucho que aprender, pues valoro ahora más
el hecho de existir; en este oficio eres testigo de la vida y la muerte
en un mismo momento. Pero el ser madre es la mayor expresión de amor, es
mi razón de vivir”, dice Rocío.
Ella
narra que, dentro de los servicios que ha brindado a la ciudadanía, ha
tenido la experiencia de recibir en sus brazos a pequeños recién
nacidos, lo cual le ha dejado aún más satisfacción, pues de esta forma
ha confirmado el cariño incondicional de las madres hacía sus hijos, aun
antes de nacer.
Así como Rocío,
el 43.4 por ciento de las mujeres en nuestro país tienen que redoblar
esfuerzos para poder trabajar y ser madres al mismo tiempo; estar al
pendiente de los requerimientos de su oficio o empleo y caminar, de
manera simultánea, con sus hijos, para educarlos y atenderlos; esto
según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2016.
El
Ayuntamiento de Aguascalientes no es la excepción, pues en esta
institución trabajan 1 850 (mil ochocientos cincuenta) madres de
familia, quienes como Rocío, antes de llegar a su lugar
de trabajo, alistaron a sus hijos para llevarlos a la guardería o a la
escuela, hicieron desayunos o el aseo de sus hogares; al terminar el
trabajo en la oficina, los hijos las esperan con ansias para hacer las
tareas y cumplir con otras obligaciones.
La
paramédico nos cuenta que, desde que nació su hija, disfruta de las
cosas simples de la vida, como comer un helado o jugar a las escondidas;
le duele tener que dejarla para salir a cumplir con su oficio. Sin
embargo, al volver ella a casa, su hija “Marifer” la recibe con besos y
fuertes abrazos que lo compensan todo.
Para
ella es un orgullo ser trabajadora del Ayuntamiento, porque desde este
lugar también ha desarrollado su profesión, salvando vidas, incluso en
momentos de alto riesgo para su propia persona.
“Mamás
trabajadoras —dice finalmente, dirigiéndose a todas las madres—, no se
pongan tristes por dejar a sus hijos, para ir al trabajo, es un esfuerzo
que estamos haciendo por ellos, olviden las penas o culpas que puedan
tener: al final de cuentas todo lo que hacemos es para darles lo mejor.
¡Felicidades a todas las mamás de Aguascalientes y de México y del
mundo!”
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